Gastroenteritis estival: no dejes que estropee tus vacaciones

Acabamos de empezar las vacaciones. Se extiende ante nosotros una maravillosa quincena de playa, chiringuito, excursiones y terrazas de verano...y ¡qué rica estaba esa tortilla que compramos durante el viaje!, porque 6 horas son muchas horas de coche pero, ya lo dice el refrán:  "no hay penas con la barriga llena"...

Al día siguiente notamos que algo no marcha bien: no tenemos ganas de desayunar y empezamos a sentir unos más que incómodos retortijones... Después de unas horas ya no hay duda, estamos padeciendo una de las patologías más frecuentes en verano: la gastroenteritis aguda por intoxicación alimentaria.

Y ahora... ¿qué hacemos?



Las intoxicaciones alimentarias producen gastroenteritis agudasEn verano, son muchos los factores que favorecen la alta prevalencia de las intoxicaciones alimentarias: las altas temperaturas que dificultan la correcta conservación de los alimentos, sobre todo cuando hacemos excursiones o pasamos el día en la playa; el comer más fuera de casa y en lugares cuyas garantías sanitarias no conocemos; el consumir agua que creíamos potable pero ha sido incorrectamente tratada,...

La mayoría de las gastroenteritis agudas estivales son causadas por el consumo de agua o alimentos contaminados con Salmonella (principalmente en carne de ave, huevos, leche y derivados), estafilococos (cuando manipula los alimentos una persona infectada) o  E. coli (aguas incorrectamente tratadas o poca higiene en el tratamiento de carnes y leche). Entre sus síntomas habituales, conocidos por todos, tenemos el dolor abdominal, vómitos, diarreas, dolor de cabeza e incluso a veces fiebre.

Las medidas de prevención son claves:


  • Beber agua embotellada y tener en cuenta que el hielo suele estar preparado con agua corriente; de nada nos sirve entonces controlar el origen de las bebidas  si después les añadimos hielo. También es importante el agua con la que lavemos los alimentos o nos enjuaguemos la boca. En caso de dudas y de no disponer de agua embotellada, se puede hervir el agua del grifo o desinfectarla con 1 gota de lejía por litro de agua (en el envase de la lejía debe poner "apta para desinfección de aguas")
  • Los alimentos se deben conservar siempre en nevera y desechar aquellos que hayan estado más de 1 día a temperatura ambiente, aunque nos parezca que mantienen sus cualidades. No conserves alimentos cocinados más de 48 horas aunque estén en la nevera; en verano este electrodoméstico suele estar sobrecargado y se abre más tiempo de lo normal, por lo que se puede romper la cadena del frío con facilidad.
    Evitar contaminación de los alimentos en verano
  • Precaución con todos aquellos platos y salsas que se preparen con huevo. Es mejor que en verano utilices mayonesas envasadas ya que, en caso de llevar huevo, éste ha sido previamente pasteurizado. Procura que tapas como la ensaladilla  no sean tus preferidas en verano, a no ser que se trate de un establecimiento en el que tengas total confianza...
  • Cuidado con los pescados y mariscos crudos o pocos cocinados; recuerda lo que hablamos del anisakis. En los mariscos, este parásito se encuentra en las vísceras: en bivalvos no podemos evitarlas, pero en gambas y langostinos sí, pues están en la cabeza. Los restaurantes deben cumplir unas normas en cuanto a congelación previa de pescados que vayan a servir crudos y debe tener cartelería expuesta al público que lo garantice.
  • No es el mejor momento para dulces de crema, nata, etc. Incluso con los helados caseros hay que tener cuidado si no sabemos las materias primas con que se han preparado (puede que se trate de leche no pasteurizada) y lo mismo ocurre con los quesos frescos de elaboración artesanal.
Salmonella, peligrosa más en verano

¿Y las soluciones?

Una vez contraída la gastroenteritis, de nada sirve lamentarse; hay que aprender la lección y cuidarse. Las principales medidas serán el reposo y la rehidratación, prestando especial atención a ancianos y niños que, al ser más susceptibles a la deshidratación, podrían requerir tratamiento médico. En este post repasamos los síntomas de deshidratación; debes estar muy atento a ellos y, si es necesario, acudir a un centro de salud.

No tomes medicamentos (como mucho paracetamol para el dolor de cabeza y la fiebre) sin consejo médico o farmacéutico, ya que el uso de antidiarreicos podría dificultar la eliminación de toxinas del tubo digestivo y los antibióticos sólo son recomendables si los prescribe el médico. 

¿Qué debo comer?

Las medidas a tomar desde el punto de vista de la alimentación en un proceso de gastroenteritis aguda serían las siguientes:
receta del suero oral
Preparar suero oral en casa es muy fácil
  • Mientras persistan los vómitos no hay que forzarse a ingerir alimento, es mejor tomar solo líquidos para evitar la deshidratación y a pequeñas cucharadas según se vayan tolerando. Se puede tomar simplemente agua, agua con un poco de limón, infusiones relajantes y digestivas (manzanilla, melisa , hierbaluisa, hinojo,...) o, aún mejor, para reponer glucosa y electrolitos, suero oral o bebidas isotónicas. Este suero oral lo puedes encontrar en farmacias o bien prepararlo en casa con la siguiente receta : 1 litro de agua hervida, el zumo de 1 limón grande, 2 cucharadas de azúcar, 1 cucharadita de bicarbonato y 1/2 cucharadita de sal.
  • Cuando ya se tolera alimentación sólida (generalmente a las 24 horas de instaurado el proceso), hay que reiniciarla con alimentos astringentes y sin fibra insoluble para intentar normalizar el funcionamiento del intestino. Así, la dieta puede contener arroz, patatas y zanahorias hervidas, carne de pollo o pavo guisada o a la plancha, pescado blanco al vapor, pan tostado jamón cocido,... También serán adecuados aquellos alimentos ricos en fibras solubles como las pectinas, ya que tienen efecto astringente: manzana, membrillo, plátano maduro, nísperos,... La fruta cocida se digiere siempre mejor que la cruda.
  • Evitar en este período verduras crudas, legumbres, grasas, comidas especiadas,... De todas formas será nuestro organismo el que en los días siguientes nos vaya dictando la pauta a seguir, ya que lo que nos apetecerá serán comidas ligeras, poco condimentadas y nada copiosas.
  • Tampoco hay que olvidar reponer la flora intestinal perdida por el proceso diarreico mediante el consumo de yogures ricos en bifidobacterias.
En la mayoría de los casos todo volverá a la normalidad en unos 3 días y podremos seguir disfrutando de nuestras vacaciones, pero seguro que ahora cuidando mucho más lo que comemos y bebemos ¿verdad?






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